Ya en noviembre pasado la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que “Mujeres líderes: por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19” sería el tema para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, hoy 8 de marzo de 2021.
No cabe duda que la crisis sanitaria develó que, pese a los esfuerzos realizados por mujeres y niñas en todo el mundo, la brecha de género está lejos de cerrarse. Con la pandemia las mujeres enfrentaron un aumento de la violencia doméstica, un alza de tareas de cuidados no renumerados, más desempleo y más pobreza.
Y las cifras lo confirman. Por ejemplo, si bien el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género reveló que en Chile hubo una disminución de las denuncias efectivas por violencia intrafamiliar, las llamadas al fono de ayuda aumentaron en más de un 70% en relación al año 2019.
Por otra parte, según datos entregados por ComunidadMujer, un millón 837 mil personas perdieron sus empleos, de las cuales un 48,9% fueron mujeres. ¿El problema? Un 88% de estas mujeres que se salieron de la fuerza laboral no están buscando trabajo, lo que significa el retroceso de una década en términos de igualdad de género en el mercado laboral.
Las razones se han expuesto en más de una ocasión: las mujeres siguen siendo las personas encargadas de las labores domésticas y el cuidado de niños y adultos mayores, junto con ser quienes se llevan la mayor carga emocional y mental del núcleo familiar. Un estudio del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales reveló que el 38% de los hombres de familia no habían dedicado tiempo a tareas domésticas y en el caso de hogares con menores de 18 años, el 71% tampoco había ayudado al acompañamiento de tareas escolares.
Lo anterior se puede visibilizar y convertirse en una oportunidad para todo tipo de organización, valiéndose de su herramienta más visible: la propia marca. Entonces, ¿cómo podemos ayudar desde el marketing?
Lo primero, continuar con los esfuerzos de anular los clásicos estereotipos publicitarios que muestran a la mujer al cuidado de la casa y al hombre en la oficina. Segundo, comprometerse de verdad y velar para que los mensajes y los anuncios favorezcan el empoderamiento de las mujeres. ¿Por qué? El género femenino es dos veces más proclive a valorar positivamente una marca que realiza un anuncio empoderador y son cerca de un 80% más propensas a interactuar con el aviso, ya sea dándole un “me gusta”, compartiéndolo, dejando un comentario o siguiendo a la cuenta de origen. Si a esto le sumamos que las mujeres deciden el 80% de las compras, vale la pena considerarlo.
Así, las mujeres no solo se encuentran en la primera línea de la crisis de la Covid-19 como trabajadoras de la salud, cuidadoras, innovadoras u organizadoras comunitarias, también se encuentran entre las y los líderes nacionales más ejemplares y eficaces en la lucha contra la pandemia. Por lo tanto, el marketing no puede estar ajeno a esta primera línea y ayudar a la visibilización de los esfuerzos de mujeres y niñas para forjar un futuro más igualitario y volver a ganar el terreno perdido durante esta crisis.
Paola Zerega Tallia